viernes, 2 de julio de 2010

Nuestras vidas están de oferta

Son las 6 de la mañana del día del padre, y me siento en la maquina a escribir esta nota, porque hay cosas que realmente no quiero dejar pasar. Estoy consternado, indignado, y a la vez me siento impotente. Siento que los que nos gobiernan, pusieron nuestras vidas en oferta, de remate. Y no piensan hacer nada, no les preocupa realmente. Tuvimos en Lanús tres casos de violencia en 10 días, y dos asesinatos en los últimos cuatro.
Pero acá no ha pasado nada. El intendente hace mutis, el gobernador hace mutis, y la presidenta debe estar hablando de las propiedades afrodiscíacas de no se que animal. Y mientras, nuestras vidas valen un centavo, una moneda no entregada, o un billete encontrado.
¿Está bien que yo tenga que tener miedo cuando quiero entrar a mi casa? ¿Quién se encarga de que no nos lleguemos a encontrar el delincuente y yo, o cualquiera de ustedes? ¿Quién se encarga de que al pibe que está robando, no se le ocurra robar, no se le ocurra matar?
Quiero gritar sobre las madres que parieron a los que tienen que hacer y no hacen, pero ellas no tienen la culpa. Ellos si. Porque no son responsables, o sea, deberían serlo. Y me pregunto si el intendente es responsable de lo que nos está pasando en Lanús. Es el culpable por acción y por omisión (por ambas).
Voy a empezar por la acción; cómo podemos pretender que a un intendente le importe la seguridad de sus vecinos, si cuando Nación le envió los fondos para invertir el políticas para paliarla, después los concejales lo anduvieron persiguiendo semanas porque no aparecía la plata. Claro, pienso, qué le puede importar a él la seguridad, si viaja con custodia, y en auto blindado.
Y paso a la omisión. Cuando Manolo Quindimil era intendente, reunía a todos los comisarios, y al jefe distrital y los sentaba en una mesa. Y les preguntaba qué estaban haciendo, que habían hecho y qué pensaban hacer. Y si llegaba a haber algún hecho delictivo, no tenía problemas en gritarle al responsable en la cara, y amenazarlo con hacerlo trasladar a otro distrito, y trasladarlo como hizo en ocasiones. Eso es ser un intendente responsable. En Lanús no debe haber delitos, y punto, el cómo es responsabilidad de cada comisario.
Pero qué podemos pretender de este intendente. Nada, el intendente parece empeñado en hacernos creer que no es apto para el lugar que ocupa.
La verdad es que sé que esta nota va a ser controvertida, y que quizás el miércoles con el diario en la mano, alguien de mi equipo diga que fui demasiado duro. Pero no me importa, hay ocasiones en las que hay que ser sanguíneo. Quizás si analizamos las estadísticas, haya distritos con mas hechos que el nuestro. No me importa. Para mi, la gente no es una estadística. Un número no tiene familia, un número no sufre ni se infarta cuando lo están vejando. Un número no siente. Un vecino si.
Y uno a uno, nuestros vecinos están sufriendo la inseguridad. ¡Vaya sensación! La de de sentir que en cualquier momento te toca a vos, que a la vuelta de la esquina, un pibe viene por tu vida, que está de oferta por la falta de acción de los responsables.
Este último párrafo se lo dedico al Intendente, que sé que lo está leyendo. Darío: ponete los pantalones largos, y hacete cargo del distrito del que sos intendente. Si hay un barrio en el que no hay seguridad, pedí el desplazamiento del comisario. Si en un barrio se instalaron muchos desarmaderos en corto tiempo, jugáte lo que quieras a que el comisario está prendido, rajalo. Que sientan la presión, y vas a ver como van a trabajar mejor. Todos nosotros dependemos de tus acciones. Hacé lo que pedirías a un intendente si fueras un vecino común y corriente. Pero, por favor, hacelo pronto, que en el medio muere gente.


Daniel Gomez - nota publicada hace 15 días en La Defensa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Gomez TV (en prueba)

ir arriba